Domingo 5 de enero de 2020
No sabemos dónde ir, pero tras una lluvia de ideas decidimos irnos a la cara soriana del Moncayo.
Más allá de nuestra sangre, esta es la primera vez que se suma una "viajera", así que queremos ir a algún sitio conocido para poder enseñarle nuestros rincones favoritos; algún rincón que ella, pese a vivir cerca, todavía desconozca.
La primera parada es en Cueva de Ágreda. Tomamos un café en la plaza del pueblo y charlamos sobre las diferentes posibilidades mientras somos testigos de la trágica pérdida de un ciclista: no encuentra su móvil, así que volverá a Soria sin él.
Cámara en mano ascendemos por las poderosas cuestas y acabamos en un camino alternativo al sendero que lleva directamente a la Cueva. ¡¡Qué bonito es desviarse a veces!!; qué vistas tan hermosas desde la altitud. Calles perfectas; casas antiguas se mezclan con las más modernas. Una voz resuena cerca de nosotros diciendo: "qué bien quedarían unas flores de colores en ese balcón", y no podemos evitar sonreír al verle disfrutar imaginando cómo sería el pueblo lleno de color.
Después de sentarnos cerca de las vallas que nos protegen de las Cuevas para respirar el aire natural de Moncayo, decidimos emprender el camino de regreso al coche.
El sol nos enceguece hasta tal punto que pensamos en esperar a que se esconda y caliente otros rincones del mundo, más cogemos carretera y llegamos hasta Noviercas.
Hace algún tiempo estuvimos ahí y nos fuimos sin ver la casa de Casta Esteban y Bécquer, así que es toda mi motivación. Regresar y verla. Pero me llevo una sorpresa agradable. Las letras de este poeta decoran las calles de este lugar y deseo quedarme a vivir ahí. Llevo sus rimas en mi mochila así que no puedo evitar sentirme unida a él. Tengo ganas de bailar en mitad de la calle de lo feliz que me siento. Casi cuando llegamos a la casa de su amada, una mujer increíble por lo que cuenta la historia, nos sorprenden preguntándonos si vamos a quedarnos a la cabalgata.
No pensábamos hacerlo, pero después de ver toda aquella magia... no nos queremos ir de ahí. Seguimos caminando y buscando rincones cuando otra mujer nos sorprende por detrás preguntándonos si somos "Las Gallegas" (lo cuál nos produce mucha curiosidad y teorizamos sobre las diferentes opciones para que nos haya confundido). Miramos frente a nosotros y... ¡Pum!
Un tractor viaja con los Reyes Magos; tienen regalos para los más pequeños. Así que seguimos a la gente y vamos a ver cómo se los entregan. Están llenos de ilusión cogiendo caramelos; y somos felices al ver que no solo hay regalos para los niños... los adultos y los más mayores también vibran con la magia de la Navidad. Qué bonito es ver el brillo de los ojos de todas aquellas personas... ¡¡Ojalá siempre sean tan felices!!
Vamos hacia el coche y nos damos cuenta de que nuestro cuerpo anda necesitando algo de cafeína. Nos detenemos en el Teleclub y nos sentamos en una mesa con nuestras bebidas. De repente, el local se llena y el camarero nos pregunta si queremos churros con chocolate. No queremos abusar de su hospitalidad así que nos miramos entre nosotros mientras el resto de la gente insiste en que les acompañemos. No podemos decir que no, así que nos unimos a ellos y formamos una familia durante esos minutos. ¡¡Qué buena decisión ha sido venir hasta aquí!!
Con la barriga llena y un exceso de azúcar en sangre, emprendemos el camino de vuelta a casa... no sin antes disfrutar una vez más del sentimiento que nos ha acompañado a lo largo de este viaje: la felicidad. La amabilidad de los habitantes de ambos pueblos nos han hecho sentirnos tan bien que, sin lugar a duda... no será la última vez que vayamos.
Así que si estás buscando sentirte bien contigo mismo... realiza esta ruta. Si eres amante de la naturaleza; el arte, la poesía y la comida... no puedes perderte esta experiencia. Eso sí, hasta Reyes del año que viene no vas a tener churros... ni cabalgata. Pero vas a tener la sonrisa de toda esa gente que, estamos seguros, os recibirán con toda la hospitalidad del mundo.
No olvides que tú eres todo lo que necesitas para ser feliz...
Disfruta de los segundos que tengas... vive cada instante... y aprovecha la vida. Exprímela para que nunca, jamás, sientas que podrías haber vivido otras cosas. Porque si no te arriesgas ahora, si no vives ahora... ¿cuándo?
Si extrañas a alguien, díselo. Si quieres a alguien, díselo. Demuestra tus sentimientos a las personas que quieres... porque la vida con amor es mucho mejor. Ama la vida, la naturaleza, los segundos... ama a las personas. Pero, sobre todas las cosas, ámate a ti.
Más allá de nuestra sangre, esta es la primera vez que se suma una "viajera", así que queremos ir a algún sitio conocido para poder enseñarle nuestros rincones favoritos; algún rincón que ella, pese a vivir cerca, todavía desconozca.
La primera parada es en Cueva de Ágreda. Tomamos un café en la plaza del pueblo y charlamos sobre las diferentes posibilidades mientras somos testigos de la trágica pérdida de un ciclista: no encuentra su móvil, así que volverá a Soria sin él.
Cámara en mano ascendemos por las poderosas cuestas y acabamos en un camino alternativo al sendero que lleva directamente a la Cueva. ¡¡Qué bonito es desviarse a veces!!; qué vistas tan hermosas desde la altitud. Calles perfectas; casas antiguas se mezclan con las más modernas. Una voz resuena cerca de nosotros diciendo: "qué bien quedarían unas flores de colores en ese balcón", y no podemos evitar sonreír al verle disfrutar imaginando cómo sería el pueblo lleno de color.
Después de sentarnos cerca de las vallas que nos protegen de las Cuevas para respirar el aire natural de Moncayo, decidimos emprender el camino de regreso al coche.
El sol nos enceguece hasta tal punto que pensamos en esperar a que se esconda y caliente otros rincones del mundo, más cogemos carretera y llegamos hasta Noviercas.
Hace algún tiempo estuvimos ahí y nos fuimos sin ver la casa de Casta Esteban y Bécquer, así que es toda mi motivación. Regresar y verla. Pero me llevo una sorpresa agradable. Las letras de este poeta decoran las calles de este lugar y deseo quedarme a vivir ahí. Llevo sus rimas en mi mochila así que no puedo evitar sentirme unida a él. Tengo ganas de bailar en mitad de la calle de lo feliz que me siento. Casi cuando llegamos a la casa de su amada, una mujer increíble por lo que cuenta la historia, nos sorprenden preguntándonos si vamos a quedarnos a la cabalgata.
No pensábamos hacerlo, pero después de ver toda aquella magia... no nos queremos ir de ahí. Seguimos caminando y buscando rincones cuando otra mujer nos sorprende por detrás preguntándonos si somos "Las Gallegas" (lo cuál nos produce mucha curiosidad y teorizamos sobre las diferentes opciones para que nos haya confundido). Miramos frente a nosotros y... ¡Pum!
Un tractor viaja con los Reyes Magos; tienen regalos para los más pequeños. Así que seguimos a la gente y vamos a ver cómo se los entregan. Están llenos de ilusión cogiendo caramelos; y somos felices al ver que no solo hay regalos para los niños... los adultos y los más mayores también vibran con la magia de la Navidad. Qué bonito es ver el brillo de los ojos de todas aquellas personas... ¡¡Ojalá siempre sean tan felices!!
Vamos hacia el coche y nos damos cuenta de que nuestro cuerpo anda necesitando algo de cafeína. Nos detenemos en el Teleclub y nos sentamos en una mesa con nuestras bebidas. De repente, el local se llena y el camarero nos pregunta si queremos churros con chocolate. No queremos abusar de su hospitalidad así que nos miramos entre nosotros mientras el resto de la gente insiste en que les acompañemos. No podemos decir que no, así que nos unimos a ellos y formamos una familia durante esos minutos. ¡¡Qué buena decisión ha sido venir hasta aquí!!
Con la barriga llena y un exceso de azúcar en sangre, emprendemos el camino de vuelta a casa... no sin antes disfrutar una vez más del sentimiento que nos ha acompañado a lo largo de este viaje: la felicidad. La amabilidad de los habitantes de ambos pueblos nos han hecho sentirnos tan bien que, sin lugar a duda... no será la última vez que vayamos.
Así que si estás buscando sentirte bien contigo mismo... realiza esta ruta. Si eres amante de la naturaleza; el arte, la poesía y la comida... no puedes perderte esta experiencia. Eso sí, hasta Reyes del año que viene no vas a tener churros... ni cabalgata. Pero vas a tener la sonrisa de toda esa gente que, estamos seguros, os recibirán con toda la hospitalidad del mundo.
No olvides que tú eres todo lo que necesitas para ser feliz...
Disfruta de los segundos que tengas... vive cada instante... y aprovecha la vida. Exprímela para que nunca, jamás, sientas que podrías haber vivido otras cosas. Porque si no te arriesgas ahora, si no vives ahora... ¿cuándo?
Si extrañas a alguien, díselo. Si quieres a alguien, díselo. Demuestra tus sentimientos a las personas que quieres... porque la vida con amor es mucho mejor. Ama la vida, la naturaleza, los segundos... ama a las personas. Pero, sobre todas las cosas, ámate a ti.